«Me atrae mucho más alguien pervertido que alguien bello…»

Esta es una entrevista a un hombre heterosexual hablando sobre algunas prácticas sexuales relacionadas con el ano y el cuckold – cuando se cogen a tu pareja frente a ti-.

¿Cuáles son tus prácticas?

Practico rimjob, pegging, y la más «oscura» el cuckold.

¿Cómo fueron tus primeras experiencias?

El rimjob se dio de forma casi natural. En el caso del pegging, primero solo fui penetrado por un consolador y el cuckold fue durante la universidad, aunque antes de eso, una exnovia me lo propuso tipo “¿Te gustaría ver como fulanito me coge?” pero dicho en pleno acto sexual como forma de darle calor al momento. Lo curioso de esa situación es que yo nunca había comentado nada de ese tema, quizás a ella le gustaba la idea, quizá efectivamente ya se cogía a fulanito ahora que lo pienso 😦  

¿Qué crees que es lo que te excita?

La primera palabra que se me viene a la mente es “perversión”, aunque creo que “siniestro” sería más adecuado (inesperado, opuesto a “diestro”). Con el paso del tiempo el sexo ha dejado de ser algo meramente físico para mí. Ha trascendido a algo más conceptual. Te puedo asegurar que me atrae mucho más alguien pervertido que alguien bello, al menos en lo que acto sexual refiere.

¿Cómo descubriste que esto te atraía?

Meramente sensitivo, pero totalmente influenciado por la pornografía. En el caso del rimjob no hay tanta historia porque simplemente surgió y descubrí en primera persona ese tipo de placer. En los casos del pegging y el cuckold fueron introducidos por la ficción pornográfica.

La primera vez que vi pegging en porno, me impactó en el buen sentido. Hubo una época en que solo miraba eso. En el caso del cuckold, hay algo del ataque a uno mismo que me erotiza. Me costó más admitírmelo, pero terminé investigando bastante en el género. Es oscuro el cuckold si lo analizas, pero es una de las categorías más vistas. Algo nos dice sobre nosotros, una lástima que no se hable mucho.

Al principio sólo me seducía la imagen, después descubrí que me excitaría llevarlo a cabo. No lo veo como algo malo, pero la reflexión que hace el feminismo sobre la pornografía me invita a cuestionar mi educación sexual. Sobre esto no tengo una respuesta clara. En definitiva, creo que a todos nos gusta lo prohibido, y creo que no digo nada novedoso en este aspecto. 

¿Cambió el concepto de ti mismo admitir que esto te gusta?

Curiosamente, antes lo vivía con mayor naturalidad. Ahora no estoy tan seguro, a menudo me cuestiono si no tengo una especie de violencia reprimida. También a menudo pienso si no se me habrá ido la mano con esto de sobre conceptualizar el sexo, temo que se vuelva algo tan individual que la otra persona pase a ser un medio para satisfacer mi morbo.

¿Cuáles crees que son los mayores prejuicios relacionados con esto?

Y… muchas cosas ya entraron a aceptarse. No es algo que vaya gritando a los 4 vientos, pero creo son pocos los hombres que no admiten que les gusta que los penetren, o al menos se lo han planteado. Hay otras cosas que todavía no se hablan, nadie quiere quedar como un psycho.


Esta entrada surgió porque más de una vez, hombres me han pedido consejos sobre cómo pedirles a sus parejas ciertas prácticas y mi respuesta siempre es: «convérsalo y ya».

Con el tema del rimjob, siempre respondo que es muy probable que sus parejas ya se lo hayan planteado, porque hay un tema de dominación importante y de cambio de roles que creo que es atractivo para muchas mujeres. En mi caso, desde que tuve mi primer novio era algo que quería intentar y que practico sólo con parejas estables.

Igual creo que es de las prácticas más fáciles de llegar porque al momento de realizar sexo oral estás muy cerca del ano y te puedes poner a jugar.

Si tengo que aconsejar algo siempre será que conversen, que no les dé miedo pedir o sugerir algo y a los hombres que se bañen jaja.