Hay muchas cosas que condicionan cómo nos comportamos en una relación y cómo percibimos o creemos que esta debe ser. Compartimos, con casi todos los humanos del mundo, esta creencia de que el amor todo lo aguanta y que el matrimonio implica monogamia.
La cultura latinoamericana es sumamente machista, pero creo que la forma en la que percibimos la infidelidad sí cambia de país a país.
Mi crianza fue más o menos bajo la premisa de que cualquier persona con la que yo esté me va a ser infiel y que es mejor que yo lo haga antes para que ya no me duela tanto cuando me entere porque sí o sí pasará. Dejando de lado a mi familia, en Venezuela se aplaude y se glorifica cuando alguien le es infiel a su pareja, independientemente de si es hombre o mujer.
El tiempo que viví en Uruguay me hace creer que las parejas se van a vivir juntos desde muy jóvenes y luego si ocurre alguna infidelidad tratan de mantenerla oculta, incluso entre amigos. Esto se lo atribuyo a la personalidad de los uruguayos y también a lo pequeño del país.
Ahora viviendo en México, creo que sí se aplaude la infidelidad, pero a la vez creo que la creencia en el matrimonio-religión, hace que todo ese tema funcione distinto que en Venezuela.
Pero aunque yo haya sido criada de cierta forma, sé que no necesito ponerle el cuerno a mi pareja para prever nada o para que me duela menos cuando ella me lo haga a mí.
El tema de las infidelidades va más por la otra persona que por une misme.
Es decir, tú puedes ser la persona más guapa hegemónicamente hablando, tener muchísimo tema de conversación, ser simpatique, etc; pero si tu pareja te quiere poner el cuerno, realmente no hay nada que puedas hacer.
No sirve hacerse ideas, tratar de controlar, ser obsesivo con los pensamientos destructivos, matarse horas en el gimnasio para estar más deli, o lo que quieras…
Al final, no importa quién seas ni qué hagas, si la persona que tienes al lado quiere irrespetar los acuerdos (que deben existir) pues lo hará, sea en un encuentro con alguien random o manteniendo una relación paralela de casa, perritos y jardín.
Los celos más allá de las inseguridades que reflejan también son completamente inútiles y un gasto de energía innecesario.
Spoiler: los celos tampoco son amor.
Entonces no se maten la cabeza tratando de «complacer» o «llenar» expectativas ajenas porque creen que eso mantendrá a esa persona más cerca de ustedes.
Quien quiere estar, está.
Y quien quiere ser infiel, lo será.