Soy fan de tener relaciones sexuales cuando tengo la menstruación. Me encanta porque estoy más sensible y eso hace que sienta todo con mucha más intensidad y también porque durante esos días suelo tener un poquito más ganas de las normales, pero todavía no me atrevo a que me hagan sexo oral en esos encuentros.
Hace varios años estuve saliendo con alguien y en una ocasión me propuso hacerlo, la verdad es que no sé qué pasaba conmigo ese día, pero no andaba muy experimental y preferí pasar.
Luego de él nadie más me ha propuesto hacer el «beso del payaso» -tampoco lo he pedido-, pero nosotros seguimos en contacto y quise preguntarle algunas cositas al respecto:
¿Cómo te diste cuenta que te gusta hacerlo?
En mi primera relación seria, tenía 18 años y pues estaba muy enamorado de la persona con la que andaba. Un día me dijo que estaba menstruando y me preguntó qué tan cómodo me sentía yo con tener relaciones en esas condiciones. Yo nunca lo había hecho y decidí probar.
Fue increíble.
El olor, la textura, el tacto de piel con piel. Me pareció impresionante y desde ese momento siempre que había regla lo hacíamos sin ningún problema.
Cuando esa relación terminó, yo seguí haciéndolo con otras personas, no con todo el mundo, claro, por un tema de higiene y de tiempo también. Pero cuando encontraba a alguien con quien podía estar seguro pues lo hacía y lo hablaba sin ningún problema.
Algunas mujeres se sorprendían de que me gustara hacerlo, pero entendí que su sorpresa no es porque a ellas no les gustara sino porque estaban acostumbradas a hombres que rechazaban tener sexo con regla. He hablado el tema con mis amigos cercanos y creo que a pocos les gusta tener sexo durante la menstruación.
¿Qué es exactamente lo que te gusta?
Me gustan muchas cosas, físicas e intangibles. Es decir, para mi hacer sexo con la regla te lleva a otro nivel de confianza.
Te llenas de la sangre de otra persona y esa persona al mismo tiempo te ve todo ensangrentado disfrutando y creo que hay algo especial ahí. Me gusta la textura, el olor que es super fuerte y especialmente me gusta llenarme la cara de la sangre. No quiero decir con esto que me gusta morder a alguien hasta sacarle sangre, no tengo complejo de vampiro, es especialmente la sangre de la regla la que me gusta.
Y cuando hablo de lo intangible pues creo que en la menstruación hay parte de la esencia de la persona, entonces que alguien te quiera dar un poco de eso, sin duda es importante.
Me gusta mucho hacer sexo oral con la regla, puedo pasar una hora ahí sin problemas. También jugar con los dedos pues se llega muy profundo y se mezclan los fluidos. Pocas veces he tenido sexo sin condón con la regla, pero las veces que lo he hecho también he disfrutado mucho.
¿Cómo lo propones a tus parejas?
Soy bastante claro con este tema, de hecho. Trato de no sacarlo en el primer encuentro porque siento que puede asustar un poco a la persona, pero sin duda es algo que sale pronto cuando hablamos de sexo.
Yo comunico que a mí me gusta esto y le pregunto a la otra persona si le gusta. Muchas veces he tenido conversaciones profundas en torno a este tema y, como te dije, veo que hay mujeres que lo disfrutan muchísimo, pero que se acostumbraron a no hacer nada porque el hombre solía rechazarlo.
También pregunto sobre el dolor, entiendo que hay días en los que la zona está mucho más sensible y pues no provoca tener sexo, pero eso depende cada persona.
¿Mejor/peor experiencia?
La mejor experiencia fue con una pareja con quien ya tenía casi un año, en un hotel y decidimos hacerlo con la regla y sin preservativo. Fue bastante desastroso el tema de la sangre, pero estábamos muy conectados y acabamos casi al mismo tiempo…entonces mi semen se mezcló con su sangre y fue bastante especial el momento.
La peor experiencia, no sé, creo que no he tenido malas experiencias con este tema. Salvo manchar el colchón y pues tener que pasar un rato largo limpiando eso, jaja.
¿Tuviste que investigar?
Sí, en un principio leí sobre el tema y descubrí un montón de cosas: como que las mujeres usaban su sangre para curarse de algunas enfermedades en la antigüedad. Incluso la ponían en bebidas para aprovechar «las propiedades curativas» y que justamente a esas mujeres las llamaban brujas, cosa bastante lamentable.
También el tema de la higiene fue importante, investigué bastante para evitar la posibilidad de contraer enfermedades o de tener algún tipo de molestia luego.
¿Te sentiste “raro” en algún momento?
Sí, todavía me siento raro sobre este tema. De hecho la primera expresión que recibo de una mujer cuando se habla del tema es como de sorpresa e incredulidad, como si fuera algo imposible, jaja. Pero como te digo. Lo entiendo porque veo que muchos hombres rechazan esta práctica. Aunque me sienta raro no me siento incómodo ni nada, es solo saber que me gusta algo que quizá no es tan habitual.
Y lo más importante es hablar con la persona para que esta sepa que la opción existe y que no la descarte sólo por sus experiencias pasadas.
Es casualidad que esta entrada haya salido justo después de la pasada en la que hablamos del cunnilingus, pero creo que soy tan YOLO en la vida que sólo les quiero decir que prueben todo lo que les llame la atención MIENTRAS sea consensuado, no le hagan daño a nadie y se cuiden de ETS.
Estoy ansiosa de leer sus comentarios y experiencias al respecto.
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