El cumpleaños de Emmanuel

Fuimos un grupo de 5 amigos a un bar nuevo en la ciudad que Emmanuel, el cumpleañero, quería conocer. Nos sentamos en una mesa que estaba justo en la entrada y al lado de la barra, pedimos cócteles para todos y algunas entradas para compartir. Llegamos a las 9 y estuvimos fácilmente hasta las 3 am allí.

Era una salida como las de siempre, mucho alcohol, muchas risas y muchos cuentos. El lugar era realmente pequeño y para llegar a los baños desde donde estábamos sentados básicamente teníamos que pasar por un mini pasillo del largo de la barra y llegar al fondo donde había unas tres mesas y los baños.

Eso hice unas 5 veces en las 6 horas que estuvimos allí. Repito, era una noche cualquiera hasta que me pedí un trago directamente en la barra y no desde nuestra mesa. Una pareja estaba a mi lado, me hablaron en inglés, me preguntaron de dónde era y me dijeron que estaba guapa. Yo sonreí, respondí, pregunté lo mismo, tomé mi trago y me fui a sentar con mis amigos.

La verdad los dos me atrajeron, mucho más ella que él, además me habían dicho que eran de Rusia y perdón, pero nunca en la vida una rusa me había hecho un cumplido.

Yo estaba borracha y muy en mood de festejar el cumpleaños de mi amigo, por eso no le di importancia a lo que acababa de suceder. Pasó una hora o dos máximo, cuando ellos se fueron y me pidieron mi número. Minutos después ya estaba en un grupo de Whatsapp con ambos, intercambiamos un par de palabras y me dijeron que me escribirían al día siguiente.

Al día siguiente recibí un mensaje de ella, diciendo que les encantaría conocerme, luego él me explicó que estaban juntos desde hace tres años, pero que hacían swinger y muchas veces se veían con chicas. Todo muy respetuoso, directo y bonito. Intercambiamos fotos, nos contamos experiencias, estuvimos más de dos semanas hablando hasta que finalmente nos volvimos a ver.

La cita fue en un café, para este punto ya habíamos hablado y enviado fotos de casi todo. Esta vez me contaron de otras dos amigas, las dos extranjeras también con quienes se veían de vez en cuando, me mostraron fotos y me propusieron vernos ese viernes los 5 en su casa.

La propuesta sonaba increíble y para hacernos la espera más divertida estuvimos los días previos al viernes enviándonos fotos, audios, videos y cuanta cosa nos diera más ganas de las que ya los 5 teníamos.

Llegué muerta de frío y puntual, como siempre. Me sirvieron una copa de vino tinto y nos sentamos en la sala a esperar a las chicas que tardaron poco menos de 10 minutos en llegar.

Nos presentaron y directamente nos saludamos con un beso en la boca. Yo estaba emocionada, con muchísimas expectativas y también nerviosa porque era la primera vez que estaba con tantas personas a la vez.

Ellos tampoco habían estado los 4 juntos, entonces el mood era más o menos el mismo en todos.

Las primeras veces casi siempre son raras y malas, pero por eso soy tan fan de los tríos con parejas ya establecidas porque ya saben bien qué les gusta y en realidad me dan mucha atención por ser el elemento nuevo, aunque esta vez era distinta porque no era un trío.

Fui con las chica a buscar más vino, mientras la pareja seguía en el sillón, ya ella estaba sobre él, se besaban lentamente y él poco a poco metía sus manos debajo de su blusa. Nosotras veíamos todo, nos estaban calentando y así me acerqué a una para besarla mientras mis manos ya apretaban los senos de la otra.

Aquí todo se vuelve un poco confuso porque manos iban y venían y yo trataba de tocar todo lo que podía también, mientras sorbía de vez en cuando un poco de vino. Las tres estuvimos algunos minutos en la cocina, cuando me percaté los otros dos ya estaban cogiendo y ninguna de nosotras tenía ropa.

Nos fuimos al sofá que era lo suficientemente grande como para que entraramos 10 y ahí fue mi turno de estar con él, me puse en cuatro y comencé a chupársela, mientras su novia me hacía sexo oral y las dos chicas jugaban a nuestro lado. Él y una de las chicas intercambiaron lugar y pasó a cogerme en 4 en el piso para luego subirme al sofá mientras me seguía dando.

A nuestro lado las 3 estaban jugando y comiéndose todas, todos nos besábamos y de vez en cuando yo lograba mover mi mano por alguno de los cuerpos, mientras era penetrada, nalgueada y acariciada por un montón de manos.

Después de mí, vino una de las amigas. Ella se sentó sobre él mientras se besaban y luego se dio la vuelta para que se la metiera por el culo.

Yo estaba extasiada en el medio de los cuatro. Desde ahí podía verlos, manosearlos y escucharlos.

Disfruté un par de minutos del espectáculo y luego me uní a las chicas para jugar un rato las tres. Así pasé a darles sexo oral y placer con mis dedos.

De vez en cuando alguno se paraba, servía vino y veía desde la cocina todo lo que estaba ocurriendo y aunque los recuerdos que tengo de esa noche están bastante borrosos, no he olvidado los gemidos, gritos y sabores. Mis piernas no daban más y todos estábamos muy felices, riéndonos y dándonos un poco de amor postcoito, de ese que incluye lamidas para limpiar el sudor y los fluidos.

Finalmente pasé al baño, los dejé afuera conversando, regresé y así de uno en uno nos fuimos vistiendo para regresar a nuestras casas.

No nos volvimos a ver los 5, pero una que otra vez me veía con la pareja y también con una de las chicas.

Emmanuel nunca se enteró de lo que causo al escoger ese barcito para celebrar su cumpleaños y yo nunca más he vuelto a tener sexo grupal.

El trío que pudo haber sido y no fue

Llegamos a su casa y nos besamos intensamente en el estacionamiento.

Subimos al apartamento y allí estaba él. Bello, más bello que en cualquiera de las fotos que había visto antes. Nos presentamos y me sirvió una copa.

Estábamos los tres viendo un concierto, conversando, comiendo snacks y bebiendo vino.

Era mi primera vez en casa de Luis, quien me llamó a su cuarto con una excusa muy mala. No había terminado de cruzar la puerta cuando me estaba tomando por la cintura, me levantó y me pegó contra la pared.

Nos besamos con muchísimas ganas, teníamos días imaginando este encuentro y por fin estábamos frente a frente.

Era obvio lo que iba a pasar.

Lo hicimos. Uno de los mejores polvos de mi vida y el pene más grande que he conocido.

Afuera estaba Gabriel, solo. Mientras Luis y yo descansábamos en la cama.

-Le gustas mucho a Gabriel

-¿Si?

-Nosotros estuvimos hablando…y…¿crees que él pueda venir?

-¿Cómo?

-¿Que si te gustaría estar con él también?

-Mmm…Oook…

Gabriel salió y entró su mejor amigo. Era precioso y estaba buenísimo.

Me dijo que le encantaba desde que me vio en fotos y que le excitaba mucho. También que ellos compartían todo, que eran amigos desde muy jóvenes y que sabían cómo pasarla muy bien.

Nos besamos, le quité la ropa, nos besamos más.

Jamás me imaginé que estaría en una situación así, pero lo estaba disfrutando.

Captura de Pantalla 2020-05-14 a la(s) 9.56.25 a.m.
Ilustración de Nymphainna

Moría de ganas, pero Gabriel estaba tan alcoholizado que no logró que su pene se endureciera.

Yo, con muy poca paciencia, me levanté y me vestí.

Luis me llevó a casa, nos despedimos con un beso y más nunca volví a saber de ninguno de los dos.