¿Las mujeres intimidan a los hombres?

¿Hay ciertas mujeres que intimidan a los hombres?

¿A los hombres les dan miedo las mujeres exitosas?

¿Somos unas locas feministas y todo está en nuestra imaginación?

Voy a hablar de algo personal que tengo ya varios años viviendo y que además condiciona la clase de hombre que me atrae.

Mi última relación «seria» fue hace más de cinco años, luego me fui de Venezuela y desde 2015 he estado saltando de romance en romance y de país en país. En todo este tiempo he cambiado de formas que nunca hubiera imaginado, he hecho cosas que no creí hacer y me he demostrado un coraje que ni soñaba. Todas esas experiencias me han dado una personalidad y un carácter que siendo muy honesta sé que no es fácil y puede llegar a ser un poco abrumador.

Puedo no caerle bien a todo el mundo porque hablo fuerte, porque me faltan dos rayitas de filtro, digo muchas groserías y me encanta dar mi opinión. Además hablo abiertamente de sexo, soy inteligente, buena en mi trabajo, independiente y no soy sumisa…

Entendiendo lo anterior y dejando claro que sé que no le tengo que gustar a todo el mundo, puedo decir que más de una vez he sentido que un posible prospecto se aleja de mí porque se siente intimidado. En realidad ya el asunto se transformó a que muchos ni siquiera se me acercan -ya sea por ellos o porque yo misma los alejo-.

Esto no me pasa sólo a mí, es una conversación constante con mis amigas solteras.

«Todos quieren a alguien honesto, hasta que les dicen algo que les duele». Algo así pasa con esto, «todos quieren a una mujer exitosa e independiente» hasta que consiguen a una que no se queda callada, que es más guapa o que gana más que ellos.

Yo busco rodearme de personas que admiro, mis amis son gente talentosa e inteligente, y en el plano romántico es igual. Me interesan personas que puedan sumar a mi vida de diferentes formas.

Sobre este tema hablé con varios hombres. Algunos me dijeron que ni siquiera lo intentan porque sienten que esa mujer no les prestaría atención, que está fuera de su liga y que no estarían a su par. Varios hablaron del tema económico y profesional, otros dijeron que la diferencia en la experiencia sexual era determinante. Uno que otro me dijo que le incomodaba la idea de sentirse menos y otros tantos que más bien el hecho de que una mujer «exitosa», «poderosa» o «muy guapa» les prestara atención y decidiera compartir tiempo con ellos los motivaba a ser mejores o a ver cosas en ellos que ignoraban.

Sé que no soy la más exitosa, graciosa, o guapa y con todo y eso todo lo descrito en los párrafos anteriores por mucho tiempo me frustró. Hoy sé que es un filtro más para la gente que se me acerca o que quiero tener conmigo.

“Manósfera”: Los hombres que viven de contar sus vidas sexuales

En México se hizo viral un posteo de Facebook en el que narran como un hombre utiliza Tinder y Bumble para conocer chicas, acostarse con ellas y luego contarlo en Youtube y otros medios…ganando dinero de eso.

Un par de semanas atrás una amiga justamente había salido con este hombre y me contó cuando él le escribió insultándola, en ese momento yo la aconsejé  por el tema del COVID19 y además le platiqué de una experiencia parecida que tuve hace 3 años aquí mismo en México.

Mi historia:

En 2017 cuando llegué a México comencé a salir con un estadounidense de 39 años, soltero, vivía solo en donde viven la mayoría de extranjeros de CDMX, musculoso, con buena plática y bastante encantador. Lo conocí en Tinder y nos veíamos por lo menos una vez en la semana y pasábamos los fines de semana juntos.

Nuestra relación era básicamente sexual, compartíamos bastante tiempo juntos, pero en realidad no sabíamos mucho de la vida del otro. Yo estando recién llegada lo menos que quería era un vínculo, estaba en proceso de adaptación y lo que él me ofrecía en ese momento era lo que yo necesitaba y además estaba dispuesta a dar a cambio.

Cuando ya teníamos dos meses saliendo, una de mis mejores amigas se preocupó porque en ese punto yo lo único que sabía de él era que vivía de escribir, no sabía dónde ni qué y ni siquiera conocía su apellido.

Un día cualquiera estaba en su casa, él estaba durmiendo en su cuarto, yo en la sala con su computadora frente a mí. Al abrirla pude ver su nombre completo, así que lo siguiente fue googlearlo.

Encontré tres cosas:

  1. Un ebook de su autoría con venta en Amazon, en el que prometía enseñarles a los hombres cómo dar orgasmos a cualquier mujer con sólo 10 pasos.
  2. Un blog dividido en 4 secciones: músculos y dieta, experiencias sexuales con mujeres jóvenes, tips para ser exitoso como él y turismo siendo gringo en países de Latinoamérica.
  3. Que ofrecía consultorías de 40 minutos por USD $100 a mujeres y hombres para tener una vida sexual y amorosa exitosa.

Yo no podía creer lo que estaba leyendo, además por la diferencia horaria mi amiga que me había insistido en investigarlo no me respondía. Yo estaba muy sorprendida, en su sala, tratando de hacer silencio cuando sólo quería gritar. 

Quiero aclarar que teníamos una relación abierta, es decir ambos nos veíamos con otras personas y no me sentía engañada. Lo que me pasó, fue que me obsesioné con el blog, creo que lo leí todo en menos de tres días y entraba diariamente para saber qué escribía.

Mi interés fue poco a poco disminuyendo porque yo era otra mujer con la que él probaba sus teorías. Por ejemplo, uno de sus consejos era «nunca le regales nada», y así el día de mi cumpleaños no recibí ni un chocolate. Es decir, para mí todo lo que había estado sucediendo -por más que fuera muy poco- era mentira. 

En el sexto mes de «relación» le conté que ya sabía todo, me preguntó si estaba molesta, me explicó que era su trabajo y a partir de ahí incluso me mostró las redes de varios de sus amigos. Todos extranjeros, guapos, musculosos y que vivían máximo por un año en distintos países latinos.

Creo que lo que acabo de describir es suficiente para que se hagan una idea de la clase de persona que es, pero todo se fue transformando en un cagadero. Cada vez que yo le cancelaba la cita, le decía algo «que lo molestaba» o hacía algo «indebido», él me insultaba, me bloqueaba y actuaba como un machito patán de 15 años. Finalmente terminé la relación y cortamos la comunicación.

Pero no quedó ahí, obviamente escribió sobre mí en varios artículos, aunque el único que recuerdo era uno que tituló algo así como «X cosas que tienes que saber si sales con una venezolana», además este sujeto me escribía mails de cuentas inventadas, me escribía mensajes desde números raros e incluso llegó a stalkear en IG a la persona con la que yo salía después.

Hace poco lo googleé y ya nada existe, sólo reseñas de su libro, sé que se devolvió a E.E.U.U y me agregó en LikedIn  – pregúntenme para qué porque yo tampoco entiendo-.

Hay muchos hombres extranjeros haciendo lo mismo en América Latina

Todo este cuento que les acabo de echar y la razón por la que seguramente entraron aquí, es que durante esos 8 meses de relación investigué y me encontré varias cosas desagradables y asquerosas.

Estos hombres tienen una especie de «filosofía» que se llama «manósfera». Utilizan las redes, websites, Youtube y cualquier medio para expandir su forma de vivir y ganar más adeptos.

Utilizan la metáfora de la película Matrix – de la píldora roja y la píldora azul- para convertirse en machos alfa, capaces de acostarse con mujeres mucho más jóvenes, de manipularlas y de tratarlas mal. Es decir, consumen la píldora roja y aseguran que los hombres que no son «exitosos» como ellos es porque escogieron la píldora azul.

Dentro de esta tendencia también entran los incels, grupos antifeministas, etc…porque además también están ligados con la política.

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La desigualdad social que existe en América Latina, nuestros países llenos de feminicidios, proxenetismo y miles de condiciones que nos ponen en peligro a las mujeres, donde además el «sueño americano» es algo con lo que todos crecimos…Aumenta nuestra vulnerabilidad ante personas así: hombres, heterosexuales, con dinero, extranjeros, que vienen casi casi a hacer turismo sexual y que además se sienten con el poder -una vez más- de hablar de forma explícita y desagradable de algo que debe quedarse entre 4 paredes, de nosotras como objetos y que no obstante ganan dinero de eso.

Les dejé algunos links con más info, igual les recomiendo buscar directamente en inglés y les recuerdo que tenemos que cuidarnos, siempre.