Existe un término usado en varios países de América del Sur y España para referirse al acto de exponer públicamente a corruptos, el escrache. Aunque en un principio se usaba para exposiciones en persona, en los tiempos actuales se utiliza también para referirse a las denuncias que se hacen a través de redes sociales.
Los «escraches» virtuales suceden principalmente para denunciar el abuso y violencia que reciben las mujeres -en su mayoría- y son muy criticados porque exponen a «alguien que es inocente hasta que se demuestre lo contrario».
El argumento principal detrás de esta lógica, es que hacerlo de manera digital es sólo difamar. Sin importar que tan graves sean las acusaciones, para muchas personas no importan las pruebas si no existe una denuncia formal ante las autoridades. Incluso para algunos, el simple hecho de hacerlo de forma digital es más bien una «cacería» o un «linchamiento» que «puede arruinar la vida de la persona acusada».
Pero, ¿por qué ocurren las denuncias públicas?
En el contexto latinoamericano, no es secreto que la policía y la justicia no funcionan de la manera que deberían, esto se refleja de varias formas:
- La revictimización y el cuestionamiento a la víctima
- Los procesos lentos y burocráticos que no llegan a nada
- La cantidad de casos y denuncias que hacen que el sistema no se dé abasto
- Etc
Lo más probable es que la víctima que denuncia a través de redes sociales, lo haga como primer impulso por miedo. Y si lo hace, estará MUY expuesta; la van a cuestionar, a criticar, la van a culpar, la van a amenazar y lo mínimo que le van a decir es mentirosa.
Nadie quiere pasar por eso…pero también la denuncia pública puede ayudar en otros aspectos:
- La víctima notará que tiene -o formará- una red de apoyo
- Muchos le harán saber que la culpa no es de quien denuncia, recibirá palabras de apoyo que le ayudarán en ese momento difícil
- Es probable que aliente a otras víctimas a dar su testimonio, eso servirá para darle valor y coraje, para recordarle que no está sola y que no está «pendeja» por haber pasado por eso
Nadie quiere exponerse a críticas, cuestionamientos, acusaciones y ser tildada de mentirosa. Nadie quiere que se le cuestione por «aguantar» una relación violenta, por vivir su sexualidad de tal forma, ser el chisme del momento o ser culpada por haber hecho cualquier cosa. –Sí, hay gente enferma que quiere atención, hay gente mala y con intenciones nefastas…pero seamos honestos ¿cuál crees que es el porcentaje de ese tipo de personas en lxs denunciantxs?-.
Y ¿la denuncia formal?
Ahora, ya existe la denuncia en redes sociales…¿qué sigue?
Pues el paso lógico, recomendado y que ayudará a detener a violadores, abusadores y acosadores sexuales; es poner la denuncia ante las autoridades correspondientes. Esto ayudará a la víctima a sentirse un poco más segura y creará un precedente legal para cualquier cosa que pueda ocurrir en el futuro.
Recuerda, NADIE la puede obligar a hacerlo o culparla por su decisión. Es lo recomendado, pero créeme que el miedo y los miles de escenarios que vendrán a su cabeza son entendibles y debe hacer lo que la haga sentir segura.
Es normal incluso, que su opinión respecto a la denuncia formal -y en redes- cambie: que primero no quiera hacerlo, que luego sí y que lo dude constantemente, etc.
Por favor, si eres o fuiste víctima no te quedes en silencio. No importa si pasó hace un día, semanas o meses. Necesitamos no callarnos y dejar evidencias de este problema.
En este artículo, puedes leer sobre cómo iniciar el trámite de la denuncia formal en México.
El proceso de la denuncia va más o menos así:
- Te harán una entrevista -varias veces- y transcribirán lo que digas. Esto lo firmarás y te otorgarán una copia
- Pasarás por medicina forense -si presentas golpes o evidencia en tu cuerpo-
- Pasarás por evaluación psicológica
- Pasarás por policía cibernética -si tienes pruebas en tu teléfono o dispositivos digitales-
Tu denuncia será confidencial, utilizarán tus iniciales y te darán el número de carpeta para que puedas darle seguimiento a tu trámite.
El proceso es largo y cansado, pero lxs funcionarixs deben apoyarte en todo momento. Pregunta todo lo que quieras y cuenta todo como ocurrió. No tengas miedo, ni el agresor ni el sistema, pueden seguir ganando.
También puedes comunicarte con la Unidad de Contacto de Seguridad Ciudadana del Gobierno de la Ciudad de México a través del 55 52425100 para que te orienten.
O contactarte con grupos de apoyo como @crucesxrosas y Antes de Eva.
El machismo = el problema
La violencia de género ha cobrado miles de víctimas en América Latina. México tristemente ocupa un lugar importante en estos rankings. En 2019, 3.833 mujeres fueron asesinadas, la mayoría de los casos fueron feminicidios (Registro de mortalidad INEGI, 2000-2018 y CONAPO, Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública- Víctimas 2019).
El machismo y la violencia no sólo son golpes, también son amenazas, control físico y económico e incluso el acoso cibernético. Evidentemente no sólo es ejercido por los hombres. Si crees que las «feminazis» existen, crees que «esas no son formas» o crees que «por andar borracha», «por vestirse así» o «por seguir con esa persona» la víctima es la culpable, te invito a reflexionar y a recapacitar.
No hagas más difíciles todas estas situaciones de mierda. La información está a un click de distancia y sólo es necesario tener un mínimo de empatía y abrir un poquito los ojos para mirar más allá de nuestras narices.
Volviendo a las denuncias falsas y para terminar
Según ONU Mujeres México, en países donde se ha medido el porcentaje de denuncias falsas, la cifra es menor a 3%.
Si una denuncia en redes sociales es capaz de «joderle la vida» al acusado, créanme que los golpes, amenazas, violaciones y muertes también les joden la vida a las víctimas y sus familiares.
Sea como sea y bajo las circunstancias que ya todos conocemos, en los mejores de los casos serán la justicia y los expertos quienes decidan quién es culpable o no…ojalá eso ocurriera sin cobrar la vida de inocentes.