¿Por qué a los hombres no les gusta dar sexo oral?

Hace unos 5 años conversando con una de mis mejores amigas, me preguntó si yo les pedía a los hombres que me hicieran oral porque ninguna de sus parejas se lo había hecho y ella no entendía por qué.

La verdad es que hasta ese momento no había escuchado nunca de ese «fenómeno», pero comencé a prestarle más atención al asunto y encontré que muchas mujeres se quejaban de lo mismo.

Según un estudio hecho en EE.UU. sólo el 35% de los hombres millennials heterosexuales hacen sexo oral. Por otro lado, 14% de 18 a 22 años «no lo consideran necesario» y casi un 50% de 18 a 27 años de edad dicen sentirse más cómodos con el sexo que con el cunnilingus, porcentaje que se reduce a 32% entre los 28 y 32 años.

Yo estuve preguntando y obtuve distintas respuestas:

1) Olor, sabor, textura y aspecto

Estas fueron sin duda las respuesta más comunes. Algunos también mencionaron los vellos como parte del problema.

La verdad es que la vulva es una zona complicada porque es húmeda, oscura y propensa a infecciones. Nuestro PH va cambiando constantemente a lo largo del mes, por eso, ninguna sabe o huele igual todo el tiempo. Además, así como en el sabor del semen, la alimentación también influye en el sabor del flujo.

 «A mí me ha pasado en no más de 3 ocasiones que ha sido la higiene o cierto olor que según yo tiene que ver con la orina».

Como les dije el olor y sabor varía entre una y otra y también en una misma mujer, por ejemplo si nuestra menstruación está por comenzar o terminando, el sabor es mucho más fuerte y cuando ovulamos podemos tener el flujo más espeso.

Otra realidad, es que hay miles de productos de higiene femenina -dañinos, btw- que intenta «ocultar» el olor natural y por eso muchas personas tienden a asociar el olor o los vellos con mala higiene. Las vulvas huelen y tienen vellos, todo lo demás es decisión de cada quién.

Hay olores «normales» que no tienen que ver con poca limpieza -los penes también saben y huelen- y hay otros que tienen que sí tienen que ver con la higiene -no me hagan hablar del esmegma, por favor-.

Lo recomendable y necesario, según yo, es bañarse antes y después de tener relaciones, así nadie se lleva sorpresas.

Pero seamos conscientes si tienen toda la noche bailando, yendo al baño de un bar y luego se van a coger AMBOS van a saber y a oler…Entonces mejor báñense o limpien sus partes. Tampoco olvidemos que somos animales y que hay olores que nos gustan y otros que no por puro instinto animal. Hay sudores que nos excitan y otros son un gran turn off.

Sobre el aspecto, pues esto ni cómo hacerle jaja. Lamentablemente para todos, crecemos viendo genitales de cierto aspecto en la pornografía y es normal que desarrollemos gustos por algo en específico. Nada es obligatorio y el consenso es nuestra palabra favorita, si no te provoca hacerlo; nada te obliga, pero tampoco espere que te lo hagan a ti.

2) No saber cómo hacerlo

«Creo es muy común en nosotros los hombres que no sabemos hacerlo… O creemos saber cómo hacerlo y resulta que nuestra pareja no tiene placer y se quita sutilmente…Vaya no practicamos, no sabemos…ignorancia pues».

Sobre estos comentarios, que fueron bastantes, llegué a tres conclusiones:

¿Cuántas felaciones y cunnilingus vemos en un video porno cualquiera? La diferencia es muchísima. Eso explica porque es mucho más habitual que las mujeres hagamos sexo oral que los hombres, de igual forma estamos mucho más expuestas a «aprender cómo hacerlo».

¿Cuántas de nosotras sabemos cómo nos gusta o lo comunicamos? Yo soy un caso muy claro de esto, sólo un hombre me ha comido de la forma que me gusta y por más que intenté entender qué era lo que hacía, la verdad es que no logré descifrar los movimientos y él tampoco me supo explicar. Hay cosas que sí tengo definidas y que no tengo problema en pedirlas en ese momento, pero creo que necesito mucha práctica con una pareja para que ambos descubramos realmente cómo me gusta.

«A mí me encanta darle oral a las mujeres, pero todas las que me han tocado casi no les gusta».

Ese es mi caso, pero sé que hay chicas que no se sienten cómodas pidiendo o que incluso llegan a sentir vergüenza del acto en sí 😔. -Amigas, de nuevo, no hay nada que las obligue a experimentar prácticas, pero nunca se queden con las ganas por pena, por creencias impuestas o por cualquier cosa que no sea su decisión-.

Puede que no lo pidan o que digan que no les gusta porque nadie se los ha hecho bien...Así de triste. Alguna vez un amigo me dijo que «no hay mamada mala» y eso no podría estar más alejado de la realidad de las mujeres.

La verdad es que un cunni mal hecho puede sacar del mood demasiado rápido y como me dijo una chica en las respuestas «prefiero que no lo hagan, a algo mal hecho.» (Vieron que la solución siempre termina siendo la comunicación y práctica 😛).

3) Michael Douglas

Ya sé que esto suena muy raro, pero resulta que en 2010 Michael Douglas dijo que tenía cáncer de garganta y un par de años después dijo que había sido por dar sexo oral a una mujer con VPH -aunque igual Douglas fumaba y bebía alcohol- y muchos hombres quedaron traumatizados con esas declaraciones.

«Me sugestioné y después al tener la oportunidad de dar sexo oral, viene a mi mente el buen Michael Douglas desaprobándome».

¿Cómo pasa esto?

Esto es educación sexual básica, pero yo soy fan de hablar de la importancia de cuidarnos de las ETS 🤓 y les voy a contar algunas cositas importantes:

-Hay más de 100 de tipos de VPH, algunos causan verrugas o síntomas visibles y muchos otros no.

-La mayoría de los hombres son completamente asintomáticos.

-Si eres mujer el VPH se detecta con el papanicolau, citología y colposcopia.

-Si eres hombre no hay una prueba específica para el VPH, pero siempre puedes hacerte estudios como el TORCHS.

-El VPH no tratado es la causa más común de cáncer de cuello uterino, pero puede causar también cáncer oral, de garganta, ano, pene y vagina.

-Existe una vacuna contra el VPH que se debe colocar cuando todavía somos niños.

-La mayoría de las personas tendremos VPH en algún momento y es muy probable que nuestro cuerpo lo elimine solito.

4) Sexo casual

«No me gusta dar oral cuando es sexo casual por temor a contraer algo».

Pues esto es claro como el agua, no deberíamos tener relaciones sexuales sin protección y menos si son casuales. Eso incluye el sexo oral. Con los hombres, es más fácil porque siempre puedes chuparla con condón, pero lamentablemente los condones femeninos son prácticamente igual de mitológicos que los unicornios, entonces eso lo complica un poco más.

5) Desinterés o falta de ganas

«Amigos me han platicado de casos en los que simplemente no les interesa hacerlo, no les preocupa el placer de su pareja y les da flojera».

Aquí no tengo mucho que decir *tos*machismo*tos*.

El sexo es un acto egoísta, sí, pero sí ya estamos en el momento y en el mood no nos cuesta nada preguntar o intentar que el otro se sienta bien o la pase mejor, ¿no?

6) Porque no les gusta

«Yo sólo lo hago por complacer a la mujer, pero en sí, no me gusta hacerlo. No me gusta el sabor ni la textura que siento al chupar»

Estas fueron la menor cantidad de respuestas. En plan tajante, «no lo hago bajo ninguna condición porque realmente no me gusta» o «lo hago por complacer porque no lo disfruto».

Y de nuevo, todo consensuado nada por obligación.


Me alegró saber que muchos de los que contestaron dicen no tener problemas con tampoco recibir sexo oral y otros llegaron a decir que prefieren dar que recibir.

Hay que comunicarnos con los otros y hay que cuidarnos de ETS…hay que tratar de vivir nuestra sexualidad de forma plena y segura. Entendamos que todos somos distintos y que hay cosas que funcionan para unos y para otros nada que ver. El sexo siempre debe ser con consentimiento y no por ninguna obligación.

Mi primera vez

«¿Qué es la virginidad?», «¿Cómo debe ser mi primera vez?», «¡Obvio debe ser especial!», «¡Qué miedo la sangre!»…Existen miles de mitos alrededor de este tema y ya estamos grandecitos para seguir repitiéndolos.

«Perder la virginidad» se entiende como la primera penetración vaginal, penetración con pene. Ya por ahí estamos mal porque la virginidad no existe y porque, por ejemplo, yo la «perdí» con una mujer, bueno con una adolescente porque las dos éramos menores de edad.

Es decir, las personas con vulvas se pueden meter dentro muchas cosas antes que un pene y pueden vivir toda su vida sin nunca ser penetradas por uno 🙂.

El tema de la virginidad – de verdad no quiero hablar de lo jodidamente opresor que este concepto- es que existe el himen, que es una delgada «telita» que la mayoría de la vaginas tienen.

La ciencia no sabe muy bien para que sirve, e incluso se le compara con el apéndice o las cordales que por la evolución hemos ido perdiendo como especie.

El himen es elástico y se puede romper fácilmente, sin causar dolor o sangrado, evidentemente todos los cuerpos son distintos. En mi caso, tuve que experimentar un par de veces con los dedos de mi novia para dejar de sangrar y de sentir «raro».

Cuando eres una niña que crece escuchando en todos lados que la primera vez debe ser especial, que tu cuerpo es un templo, que te debes «reservar» para el hombre indicado, que pierdes valor si te acuestas con muchos, que se te hacen anchas las caderas para que puedas parir, etc…Hay demasiada presión en el asunto y una vez más no enfocamos en tooodo, menos en lo que realmente importa que debe ser disfrutar, conectar y experimentar.

Mi primera vez fue a los 15 con quien fue mi novia por 4 años, tengo una amiga que se casó a los 18 porque no se permitía tener sexo antes del matrimonio, tengo otra amiga que cogió por primer vez a sus 26 y la lista es infinita.

Cada experiencia es única y mientras tú decidas qué hacer con tu cuerpo, que les den a todos los demás.

21 de octubre

Música: Rabbit Feet de Nick Murphy.

No sé qué pasa conmigo.

¿Qué está tan mal conmigo?

¿Por qué este vacío tan inmenso?

¿Qué es este dolor intenso que me acompaña desde niña?

¿Por qué las manos de extraños? O los besos vacíos.

Parece que el sudor de mi cuerpo por la excitación apaciguara todo.

¿Por qué los penes erectos y el semen que sale de ellos?

O la dominación y deshumanización que me gustan tanto sentir.

Sola e insuficiente.

No hay una sola cosa mala en mí, hay muchas.

«Squirt, quiero que me salpiques…»

La primera vez que lo experimenté fue el 27 de diciembre de 2010 con un novio con el que ya tenía años. Y no es que sea una loca de las fechas, pero hace poco descubrí un papel donde lo habíamos anotado. Para él había sido muy importante porque era la primera vez que vivía algo así, yo ya lo había visto en pornografía, pero nunca me había interesado investigar al respecto.

Pasó mientras cogíamos en cuatro y yo estimulaba mi clítoris, de la nada mi vagina lo expulsó y mojé todo.

Pasaron tres años para que volviera a suceder y esta vez la recuerdo con mayor detalle porque estaba extremadamente excitada. Tenía un amigo con el que cogía y él disfruta mucho dar sexo oral y también masturbar a su pareja, siempre que lo hacíamos dedicaba un montón de tiempo a darme placer.

Él me estaba masturbando y de repente empapé su cama. Fue mucha más cantidad que la primera vez; prácticamente mojé toda su colcha matrimonial.

Desde entonces…

Nunca he tenido una mala experiencia con un Sprite 😛. Lo único es que he tenido que hacer algunas adaptaciones, como comprar un cubrecolchón impermeable. Es incómodo tener que dormir en una cama mojada (pongo toallas, pero aún así se siente). A veces prefiero mojar el piso porque es mucho más fácil de limpiar. También he mojado mi sillón y obviamente camas y sillones ajenos, lo cual me da un poco de pena, pero a mis parejas no parece importarles.

En general me gusta cómo responden mis parejas después de provocarme un squirt por primera vez, sobre todo si es la primera vez que presencian uno.

¿Cómo se siente?

Es difícil describirlo. Creo que existe la idea de que tener squirts debe ser extremadamente placentero debido a lo explosivo y llamativos que son. Se siente como una presión que se va acumulando y creo que lo satisfactorio es aliviar esa presión cuando liberas el líquido. A veces incluso sientes algo parecido a ganas de orinar.

El líquido que se libera proviene de las glándulas de Skene; sale por la uretra, por lo que es normal que haya rastros de orina. Pero eso no significa que cuando tienes un squirt te estés orinando. Puedes haber vaciado tu vejiga antes de coger y aun así tenerlos (yo a veces no sé de dónde me sale tanto líquido).

A veces tengo unos chiquitos que creo son más espontáneos y por lo tanto menos controlables. Cuando voy a inundar todo lo siento desde un par de minutos antes. Además de tener más control de ellos, creo que con el tiempo empezaron a suceder más fácilmente y en mayor cantidad.

Creo que he llegado a tener más de 10 en un solo encuentro, por ejemplo si estoy de 23:00 a 6:00. Muchas veces yo podría seguir, pero la otra persona se cansa. Claro que no siempre tengo tanta energía y obviamente también depende mucho de la química y compatibilidad que haya con la otra persona. 

El squirt es más bien un fenómeno, por lo que es extraño atribuirle características éticas y analizar si “debe o no suceder”. 

La comunidad científica aún no se pone de acuerdo respecto a ciertas particularidades del squirt, como si todas las personas con vulva pueden tenerlos. Lo que sí es seguro es que es un fenómeno ligado al placer sexual, tanto que hay registros de él en literatura (el más antiguo al parecer es un poema de la India que data del siglo VII).

Además, también existen registros antropológicos que dan cuenta de rituales masturbatorios con fines espirituales, muchos relacionados con la fertilidad, los cuales aún se practican en Ruanda y Uganda, por ejemplo.

Aclaro esto porque desde hace tiempo tengo la sensación de que algunas personas lo vinculan con la pornografía que conocemos hoy en día, e incluso en algunos círculos feministas se discute si se trata o no de una “práctica” que tiene como fin el placer visual y sexual del hombre.

Aunque aún no se ha estudiado lo suficiente, me gusta pensar que si se dan las condiciones propicias en cuanto a estimulación, tiempo, relajación, etc, todas deberían poder lograrlo.

Quizá lo difícil es abrir esa puerta, experimentarlo por primera vez. Ya después empiezas a tenerlo más seguido, a controlarlo, a saber cómo lograrlo y demás. 

Orgasmo vs Squirt

La gente piensa que un squirt equivale al orgasmo, pero no es así. Muchas veces suceden ambos al mismo tiempo o uno después del otro. 

Yo siento los orgasmos como un placer que no te cabe en el cuerpo, que se apodera de tus movimientos. Puedes temblar, reírte incontrolablemente, llorar, perder el equilibrio, etc. Creo que ambas sensaciones se van acumulando y que se requiere de cierto trabajo para tenerlas. 

Con varias parejas recurrentes que he tenido, he logrado tener squirts y orgasmos simultáneamente, en todos nuestros encuentros. Con cada pareja es distinto, según anatomía, prácticas y modos de coger.

¿Cómo lo logro?

Estimulando el punto G y la parte externa del clítoris continuamente, ya sea alternando o al mismo tiempo. También me sirve presionar un poco la zona en donde termina el vientre y comienza el pubis.

Las primeras veces puede llevar bastante tiempo lograrlo, aunque creo que depende más del grado de relajación. En mi experiencia, mientras más tensa estés, mientras estés más enfocada en tener un squirt que en disfrutar, menos posibilidades hay de que lo tengas. 

Ah, una amiga lo logró por primera vez con un succionador de clítoris. Es una buena idea usar uno y combinarlo con estimulación interna. 

Es algo extra que te puede hacer conectar más con tu pareja, ya sea estable o pasajera. Además hace que el sexo se vuelva más sucio y eso me gusta. Varias parejas recurrentes que he tenido me piden cosas como que les moje el pecho, la cara, los genitales y demás. 

Aunque es emocionante la idea de experimentar squirts, no creo que debas sentirte mal si nunca te han ocurrido. No hay nada malo en ti. 


Nota: Este es el resultado de una entrevista que le hice a una amiga que es una diosa y puede hacer squirting y mis ganas de chismear todo como si de eso dependiera la independencia de mi país.

«Me atrae mucho más alguien pervertido que alguien bello…»

Esta es una entrevista a un hombre heterosexual hablando sobre algunas prácticas sexuales relacionadas con el ano y el cuckold – cuando se cogen a tu pareja frente a ti-.

¿Cuáles son tus prácticas?

Practico rimjob, pegging, y la más «oscura» el cuckold.

¿Cómo fueron tus primeras experiencias?

El rimjob se dio de forma casi natural. En el caso del pegging, primero solo fui penetrado por un consolador y el cuckold fue durante la universidad, aunque antes de eso, una exnovia me lo propuso tipo “¿Te gustaría ver como fulanito me coge?” pero dicho en pleno acto sexual como forma de darle calor al momento. Lo curioso de esa situación es que yo nunca había comentado nada de ese tema, quizás a ella le gustaba la idea, quizá efectivamente ya se cogía a fulanito ahora que lo pienso 😦  

¿Qué crees que es lo que te excita?

La primera palabra que se me viene a la mente es “perversión”, aunque creo que “siniestro” sería más adecuado (inesperado, opuesto a “diestro”). Con el paso del tiempo el sexo ha dejado de ser algo meramente físico para mí. Ha trascendido a algo más conceptual. Te puedo asegurar que me atrae mucho más alguien pervertido que alguien bello, al menos en lo que acto sexual refiere.

¿Cómo descubriste que esto te atraía?

Meramente sensitivo, pero totalmente influenciado por la pornografía. En el caso del rimjob no hay tanta historia porque simplemente surgió y descubrí en primera persona ese tipo de placer. En los casos del pegging y el cuckold fueron introducidos por la ficción pornográfica.

La primera vez que vi pegging en porno, me impactó en el buen sentido. Hubo una época en que solo miraba eso. En el caso del cuckold, hay algo del ataque a uno mismo que me erotiza. Me costó más admitírmelo, pero terminé investigando bastante en el género. Es oscuro el cuckold si lo analizas, pero es una de las categorías más vistas. Algo nos dice sobre nosotros, una lástima que no se hable mucho.

Al principio sólo me seducía la imagen, después descubrí que me excitaría llevarlo a cabo. No lo veo como algo malo, pero la reflexión que hace el feminismo sobre la pornografía me invita a cuestionar mi educación sexual. Sobre esto no tengo una respuesta clara. En definitiva, creo que a todos nos gusta lo prohibido, y creo que no digo nada novedoso en este aspecto. 

¿Cambió el concepto de ti mismo admitir que esto te gusta?

Curiosamente, antes lo vivía con mayor naturalidad. Ahora no estoy tan seguro, a menudo me cuestiono si no tengo una especie de violencia reprimida. También a menudo pienso si no se me habrá ido la mano con esto de sobre conceptualizar el sexo, temo que se vuelva algo tan individual que la otra persona pase a ser un medio para satisfacer mi morbo.

¿Cuáles crees que son los mayores prejuicios relacionados con esto?

Y… muchas cosas ya entraron a aceptarse. No es algo que vaya gritando a los 4 vientos, pero creo son pocos los hombres que no admiten que les gusta que los penetren, o al menos se lo han planteado. Hay otras cosas que todavía no se hablan, nadie quiere quedar como un psycho.


Esta entrada surgió porque más de una vez, hombres me han pedido consejos sobre cómo pedirles a sus parejas ciertas prácticas y mi respuesta siempre es: «convérsalo y ya».

Con el tema del rimjob, siempre respondo que es muy probable que sus parejas ya se lo hayan planteado, porque hay un tema de dominación importante y de cambio de roles que creo que es atractivo para muchas mujeres. En mi caso, desde que tuve mi primer novio era algo que quería intentar y que practico sólo con parejas estables.

Igual creo que es de las prácticas más fáciles de llegar porque al momento de realizar sexo oral estás muy cerca del ano y te puedes poner a jugar.

Si tengo que aconsejar algo siempre será que conversen, que no les dé miedo pedir o sugerir algo y a los hombres que se bañen jaja.

¿Qué tan importante es el sexo para ti?

 

peter fischli y david weiss orgasm diagram
Peter Fischli y David Weiss en  Order and Cleanliness

 

Hace poco me encontré con este diagrama que más que explicarme, me sirvió de excusa para este texto. Básicamente según esto, el centro de todo lo que hacemos en la vida es el orgasmo…Y digo excusa porque según lo que pude leer estos señores se volvieron locos e hicieron muchos diagramas en ese libro, algunos con un poco más de sentido que otros.

¿Qué tan importante es el sexo?

Es decir muchas veces me encontré en mi casa, sin bañar, escuchando música en la comodidad de mi cama y si alguien me invitaba a vernos, me invadía una flojera inmensa. Daba igual si tenía días sin salir, si tenía ganas, o si estaba aburrida…de verdad no importaba. Solamente pensar que tenía que bañarme, escoger ropa,  trasladarme a algún lugar, tener una conversación básica con alguien -o capaz no tan básica-  y que MUY probablemente el sexo fuera mediocre , me aburría infinitamente y me llenaba de flojera. Eso sin contar todas las veces que me dejaron plantada durante la cuarentena.

¿Existe la posibilidad de que un  mal polvo se convierta en un buen polvo con la práctica y la comunicación?

O sea, imaginemos que estás hablando con alguien y todo fluye muy bien, te cae bien, te hace reír, cogen un par de veces y la verdad es que deja mucho que desear o que no te gusta tanto en ese aspecto, pero todo lo demás está muy bien, ¿ponderas más los demás aspectos que el sexual? Porque yo no, yo pienso que podemos ser amis y que no necesitamos relacionarnos de manera sexo-afectiva, podemos crear otros vínculos y prefiero salir con alguien con quien sí tenga buena química sexual. 

Si apenas estás conociendo a alguien y no hay sentimientos involucrados, ¿deberíamos intentar resolver ese detalle? No lo sé.

Como hay matices y no todo es blanco o negro. Supongo que puede que hoy no conciba una relación en la que tenga malas relaciones sexuales o me sienta insatisfecha y puede que dentro de 10 años me pase todo lo contrario. Aunque tampoco creo que tenga que ver con la edad, creo que es un tema de personalidad y experiencias y pues sólo tengo las mías.

Definitivamente la relación de cada uno con el sexo es distinta y todos estamos en nuestro derecho de pensar diferente, pero cada vez que lo hablo con personas mayores me dicen que en hay momentos, en los que es muy importante y otros en los que no lo es tanto.

Sé que si estoy enamorada de alguien y su deseo baja en algún momento por cualquier razón, no me voy a poner loca y a no entender y en ese punto valdrán más las otras cosas que el detalle sexual; pero mientras ese no sea el caso, por lo menos hoy a los 27 puedo decir que el sexo está en mis top 3 de cosas importantes de un relación.

Esta deber el texto más confuso, para ustedes y para mí. Porque no encuentro una resolución, porque veo demasiadas capas, demasiados puntos medios, demasiadas condiciones y dependes…y porque en realidad lo que quiero es conocer qué opinan ustedes. De lo que opino yo, ya tengo bastante.

¿Puedo ser honesta sobre el sexting?

Ay, yo no sé si hoy amanecí especialmente hater o qué pasó, pero juro que esta no era la entrada que pensaba escribir y sin embargo aquí estoy para contarles todo lo que pienso del sexting.

Ya les he dicho que soy fan de tomarme nudes, que lo hago casi a diario y que la mayoría de ellas nunca son vistas por otros ojos que no sean los míos, lo que quiere decir que tengo muchas fotos y que sí, si en algún momento termino sexteando con alguien lo más probable es que le envíe fotos viejas y recicladas.

¿Cuál es mi problema con el sexting?

Me aburre. Simplemente eso. Creo que como es a través de mi celular, pues me distraigo y no logro concentrarme; si no son las notificaciones son las personas o lo que estoy haciendo en el momento, es decir, probablemente la invitación o el inicio del juego me pille en un momento en el que estoy ocupada y por muchas ganas que le tenga a la persona seguiré haciendo lo que estoy haciendo y le voy a «seguir el juego» más por compromiso que por placer.

Siendo muy honesta, prefiero masturbarme solita en la tranquilidad de mi cuarto que tratar de dividir mi atención entre calentar a otro y darme cariño a mí. Soy multitasking, pero no para esto.

Tenemos dos escenarios:

1) Sextear con gente que no he visto:

La verdad es que si no has visto a alguien hay demasiadas cosas que pueden salir mal esa primera vez. Puede que no te guste tanto, que no se parezca a sus fotos, que no haya química, que no te guste su olor, que no te gusten sus dientes, que te aburra, etc y ¿para qué perder el tiempo dándote ganas y dándole ganas al otro si en el momento de la verdad las cosas no van tan bien?

Sextear en esas condiciones sólo sirve para ver lo que te vas a comer, para nada más. Mi teoría es: lo lógico es que la otra persona te diga que te va a hacer y deshacer, y también que ese primer encuentro sea bastante mediocre.

Creo que podemos estar de acuerdo en que los primeros encuentros no son los mejores, pero mi experiencia de los últimos meses ha sido realmente trágica. Entonces yo ya estoy casi que 100% segura de que el tipo que por WhatsApp me está diciendo que me va a pegar al techo, probablemente tenga problemas para mantenerse erecto o le importe muy poco si acaba en tres minutos.

Apartando lo anterior, la verdad es que mejor cachondear con alguien que ya conoces o tú con tu soledad que exponerte a cosas feas…ya sabes a qué me refiero.

2) Sextear con quien sí he cogido:

Pues aquí es todo más simple, si ya cogimos y nos gustó ¿qué coño hacemos hablando y por qué no me estás comiendo la boca? 😇


Como sé que soy hater, hice una bella encuesta en mi Instagram para ver qué opinaban mis amigas y amigos sobre este maravilloso tema y estos son los resultados:

De ese 80% que votó🔥 :

64 fueron hombres

3 fueron mujeres

Del 20% que votó 😴  :

11 fueron hombres

6 fueron mujeres

La verdad no tengo ninguna conclusión sobre esto. Como en todo, muy pocas cosas en la vida son blanco o negro, en casi todo hay matices y este es uno de esos casos donde «depende» siempre será la mejor respuesta.

Pueden ver la vida como yo:

Sextear 😴 —> mal polvo= pierdo dos veces.

Sextear 😴 —> buen polvo= gano una vez.

No sextear —>mal polvo= pierdo una vez.

No sextear —>buen polvo= gano dos veces.

O pueden ver la vida de manera más positiva -aunque en realidad es lo mismo-:

Sextear 🔥 —> mal polvo= pierdo una vez.

Sextear 🔥—> buen polvo= gano dos veces.

No sextear —>mal polvo= pierdo dos veces.

No sextear —>buen polvo= gano una vez.

Ustedes decidan y ahí me cuentan. Eso sí, no manden nudes no solicitadas o a personas con quienes no tienen esa confianza.

¿Es normal que no quiera tener sexo?

Nos enseñan en la tele, el colegio y en todos lados que el sexo es parte fundamental de la vida y que todos queremos tener relaciones, pero ¿qué pasa si no?, ¿qué pasa si nunca te llamó la atención?, o ¿si cuando lo hiciste no entendiste cuál era el big deal de todo el mundo sobre el tema?

Existen persona sexuales y personas asexuales, ambos son términos paraguas que abarcan otras categorías como heterosexualidad, bisexualidad, homosexualidad, demisexualidad, grisexualidad, etc…

“Si el sexo sin amor es válido, el amor sin sexo también”.

¿Grisexualidad?

Desde aquí cedo el teclado a una amiga grisexual para que nos explique a todos de qué va esto 🤓.


Los grisexuales nos encontramos como en un punto medio entre los asexuales y los demisexuales -que sienten atracción sexual sólo con personas con quienes tienen una conexión emocional-. Sí sentimos atracción sexual, pero en circunstancias muy particulares y que cambian de persona a persona.

Pero no todos somos iguales incluso dentro de todas estas distinciones. Por ejemplo, hay asexuales que se masturban y que ven pornografía, también hay otros que no hacen nada de eso. Ser parte del espectro no significa que los demis y grises tengamos sexo aburrido o muy «vainilla»; también nos puede gustar el BDSM o lo que se les ocurra, pero lo importante es que sólo lo practicamos con quienes sentimos el lazo emocional o en circunstancias específicas.

¿Asexual o arromántico?

Ese es como un mito o creencia muy común: «que las personas dentro del espectro somos unos solitarios que no queremos tener una relación amorosa nunca». Eso es falso, porque una cosa es ser asexual y otra arromántico. Las personas arrománticas son quienes no presentan deseos por establecer relaciones románticas. Un asexual no necesariamente es arromántico y viceversa.

También es útil conocer la palabra alosexual, que es el término utilizado dentro de la comunidad asexual para referirse a todas aquellas personas que sí sienten atracción sexual. No es una palabra que suela escucharse mucho, pero es muy útil para darnos a entender. Sobre todo porque no es correcto referirse a los no-asexuales como «la gente normal». No somos monstruos, jaja.

Mi historia:

Desde que entré en la adolescencia me sentí muy fuera de lugar. Por muchas cosas, pero una de ellas fue que todos mis amigos y compañeros empezaron a interesarse mucho en besos, fajes, sexo…y a mí nada de eso me interesaba. Sí me llamaba la atención tener novio, pero para poder hablar por teléfono muchas horas, escribirle cartitas y que me prestara su chamarra cuando hacía frío; la pura cursilería.

Mi primer novio lo tuve en la preparatoria y la intimidad sexual fue un fuerte problema dentro la relación. Sobre todo porque yo aún no sabía que era grisexual. Él era muy encimoso, siempre quería besarme y estar a solas conmigo en su cuarto. Yo no sabía cómo decirle que no quería, más porque él desde el principio me dijo que él creía que las relaciones amorosas no tenían caso si no había sexo (lo cual es una afirmación horrible incluso entre alosexuales).

Yo accedí a muchísimas cosas que no me hacían sentir cómoda porque lo amaba y porque creía que «así debía ser una relación». En todos lados te dicen que los novios tienen sexo; que «entregarte por completo» implica sexo. Mi ex decía que si no tenía ganas de acostarme con él era porque no lo amaba, cosa que era falsa, pero yo no sabía cómo explicarlo y él no tuvo la disposición de entenderme.

Incluso en los momentos en los que sí estaba dispuesta a ser íntima con él, no lo disfrutaba mucho que digamos. Después me di cuenta que la relación abusiva en la que estaba no me inspiraba deseos ni me hacía sentir segura.

Cuando cortamos, yo no lo sabía, pero además de ser grisexual también me convertí en una víctima de abuso sexual. Eso complicó muchísimo mi vida. Yo estaba convencida de que el sexo lo arruinaba todo y ni siquiera era la gran maravilla que todos pintaban. Digo, sigo pensando que no es la gran cosa, pero al menos esa percepción ya no viene a raíz de mi trauma.

En la universidad, un día mis compañeros decidieron jugar «Yo nunca nunca» y cuando alguien dijo: «Yo nunca nunca me he masturbado», todos se rieron porque les pareció una negación muy ridícula y bebieron. Yo también reí y bebí, pero por dentro me sentí súper incómoda. Yo nunca me había masturbado. No porque me diera miedo o pensara que estuviera mal, sólo no me importaba. Para mí masturbarse es algo tan equis como tener que cortarte las uñas, pero me dio toda la vergüenza del mundo que otros lo supieran y la sola idea de tener que explicarlo frente a muchas personas que ni me conocían tan bien me pareció aterradora, más porque estaba convencida de que me harían menos, no me creerían o no me entenderían.

Entonces vi un video en YouTube de una persona demisexual contando su experiencia. Fue una locura, porque me identifiqué a la perfección con todo lo que dijo y eso me trajo mucha paz. Comencé a investigar y descubrí que había personas como yo, quienes no tenían el sexo en su lista de prioridades, que preferían hacer mil cosas antes que acostarse con alguien, que podían amar con todo el corazón sin querer desnudarse y que también siempre se sintieron rotos, inadecuados y sentían que debían encontrar cómo repararse para «ser normales».

Hay un chiste dentro de la comunidad que me da mucha risa porque es real: «la prueba para saber si eres asexual es reconocer que entre tener sexo o comer una rebana de pastel, el pastel siempre te resulta más tentador».

Al principio me identifiqué como demisexual porque sólo con mi novio sentía ganas de tener intimidad sexual. Pero después me sentí más cómoda con el término de grisexual porque incluso con mi novio, el sexo sigue sin ser una prioridad. Para mí el sexo sólo es valioso porque es un acto que comparto con alguien muy importante para mí.

Oh, sorpresa, sí tengo novio:

A diferencia de lo que muchos creen, una relación entre un asexual y un alosexual sí es posible, pero requiere de muchísimo compromiso. Mi novio es alosexual y tanto él como yo hemos tenido que aprender mucho. No voy a mentir, ha sido muy duro.

En mi caso, cualquier acto sexual es como un acto de cariño a mi pareja: lo hago porque sé que eso lo hace feliz y a mí me alegra hacerlo feliz. Pero no siempre lo hago porque tenga ganas intrínsecas de hacerlo. Y eso es difícil de explicar, porque muchas personas lo toman como un «no me das ganas y sólo lo hago por cumplir» y se ofenden.

Mi novio también se tuvo que comprometer a no tener todo el sexo que uno imaginaría conseguir en una relación «sana». Ya saben, por eso de que hay «estudios científicos» que dicen que tener sexo X veces a la semana es la clave para una relación feliz.

Él siempre dejó claro que estaba conmigo porque me amaba como persona y que todo lo demás era un plus. Así que partimos de una buena base para lograr acuerdos que nos hicieran felices a los dos. También fue una oportunidad para descubrir que la sexualidad es mucho más que sólo penetración.

¿Qué es lo más complicado de ser grisexual?

Sentir que estás roto y que necesitas que te arreglen. Escuchar a la gente decir que no existes, que seguro eres un frígido, que sólo eres así porque «aún no has conocido a la persona adecuada». Hasta las películas y series reproducen ese prejuicio.

Sentirte invisible y que nadie te querrá porque no te entienden es lo que más duele, en mi opinión.

La verdad la tenemos fácil en comparación con el resto de la comunidad LGBTQI+, pero eso no significa que nos duela menos.

Ahora estoy consciente de que siempre es bueno experimentar y conocerse a uno mismo, pero voy a lo mismo: realmente mi sexualidad era súper inexistente y si terminara con mi novio, supongo que volvería a serlo. Pero eso está bien para mí.


Nadie puede decirnos como vivir nuestra sexualidad o vida, sólo nosotros sabemos qué somos y cómo nos sentimos. El trabajo es largo, duro y a veces oscuro, pero es mejor saber que no existe una orientación «normal», que no existe un «cuerpo ideal» y que mucho menos porque desconozcamos cosas podemos negar su existencia.

El conocimiento está a un click de distancia, querides.

¿Por qué es importante denunciar?

Existe un término usado en varios países de América del Sur y España para referirse al acto de exponer públicamente a corruptos, el escrache. Aunque en un principio se usaba para exposiciones en persona, en los tiempos actuales se utiliza también para referirse a las denuncias que se hacen a través de redes sociales.

Los «escraches» virtuales suceden principalmente para denunciar el abuso y violencia que reciben las mujeres -en su mayoría- y son muy criticados porque exponen a «alguien que es inocente hasta que se demuestre lo contrario».

El argumento principal detrás de esta lógica, es que hacerlo de manera digital es sólo difamar. Sin importar que tan graves sean las acusaciones, para muchas personas no importan las pruebas si no existe una denuncia formal ante las autoridades. Incluso para algunos, el simple hecho de hacerlo de forma digital es más bien una «cacería» o un «linchamiento» que «puede arruinar la vida de la persona acusada».

Pero, ¿por qué ocurren las denuncias públicas?

En el contexto latinoamericano, no es secreto que la policía y la justicia no funcionan de la manera que deberían, esto se refleja de varias formas:

  1. La revictimización y el cuestionamiento a la víctima
  2. Los procesos lentos y burocráticos que no llegan a nada
  3. La cantidad de casos y denuncias que hacen que el sistema no se dé abasto
  4. Etc

Lo más probable es que la víctima que denuncia a través de redes sociales, lo haga como primer impulso por miedo. Y si lo hace, estará MUY expuesta; la van a cuestionar, a criticar, la van a culpar, la van a amenazar y lo mínimo que le van a decir es mentirosa.

Nadie quiere pasar por eso…pero también la denuncia pública puede ayudar en otros aspectos:

  1. La víctima notará que tiene -o formará- una red de apoyo
  2. Muchos le harán saber que la culpa no es de quien denuncia, recibirá palabras de apoyo que le ayudarán en ese momento difícil
  3. Es probable que aliente a otras víctimas a dar su testimonio, eso servirá para darle valor y coraje, para recordarle que no está sola y que no está «pendeja» por haber pasado por eso

Nadie quiere exponerse a críticas, cuestionamientos, acusaciones y ser tildada de mentirosa. Nadie quiere que se le cuestione por «aguantar» una relación violenta, por vivir su sexualidad de tal forma, ser el chisme del momento o ser culpada por haber hecho cualquier cosa. –Sí, hay gente enferma que quiere atención, hay gente mala y con intenciones nefastas…pero seamos honestos ¿cuál crees que es el porcentaje de ese tipo de personas en lxs denunciantxs?-.

Y ¿la denuncia formal?

Ahora, ya existe la denuncia en redes sociales…¿qué sigue?

Pues el paso lógico, recomendado y que ayudará a detener a violadores, abusadores y acosadores sexuales; es poner la denuncia ante las autoridades correspondientes. Esto ayudará a la víctima a sentirse un poco más segura y creará un precedente legal para cualquier cosa que pueda ocurrir en el futuro.

Recuerda, NADIE la puede obligar a hacerlo o culparla por su decisión. Es lo recomendado, pero créeme que el miedo y los miles de escenarios que vendrán a su cabeza son entendibles y debe hacer lo que la haga sentir segura.

Es normal incluso, que su opinión respecto a la denuncia formal -y en redes- cambie: que primero no quiera hacerlo, que luego sí y que lo dude constantemente, etc.


Por favor, si eres o fuiste víctima no te quedes en silencio. No importa si pasó hace un día, semanas o meses. Necesitamos no callarnos y dejar evidencias de este problema.

En este artículo, puedes leer sobre cómo iniciar el trámite de la denuncia formal en México.

El proceso de la denuncia va más o menos así:

  1. Te harán una entrevista -varias veces- y transcribirán lo que digas. Esto lo firmarás y te otorgarán una copia
  2. Pasarás por medicina forense -si presentas golpes o evidencia en tu cuerpo-
  3. Pasarás por evaluación psicológica
  4. Pasarás por policía cibernética -si tienes pruebas en tu teléfono o dispositivos digitales-

Tu denuncia será confidencial, utilizarán tus iniciales y te darán el número de carpeta para que puedas darle seguimiento a tu trámite.

El proceso es largo y cansado, pero lxs funcionarixs deben apoyarte en todo momento. Pregunta todo lo que quieras y cuenta todo como ocurrió. No tengas miedo, ni el agresor ni el sistema, pueden seguir ganando.

También puedes comunicarte con la Unidad de Contacto de Seguridad Ciudadana del Gobierno de la Ciudad de México a través del 55 52425100 para que te orienten.

O contactarte con grupos de apoyo como @crucesxrosas y Antes de Eva.


El machismo = el problema

La violencia de género ha cobrado miles de víctimas en América Latina. México tristemente ocupa un lugar importante en estos rankings. En 2019, 3.833 mujeres fueron asesinadas, la mayoría de los casos fueron feminicidios (Registro de mortalidad INEGI, 2000-2018 y CONAPO, Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública- Víctimas 2019).

El machismo y la violencia no sólo son golpes, también son amenazas, control físico y económico e incluso el acoso cibernético. Evidentemente no sólo es ejercido por los hombres. Si crees que las «feminazis» existen, crees que «esas no son formas» o crees que «por andar borracha», «por vestirse así» o «por seguir con esa persona» la víctima es la culpable, te invito a reflexionar y a recapacitar.

No hagas más difíciles todas estas situaciones de mierda. La información está a un click de distancia y sólo es necesario tener un mínimo de empatía y abrir un poquito los ojos para mirar más allá de nuestras narices.

Volviendo a las denuncias falsas y para terminar

Según ONU Mujeres México, en países donde se ha medido el porcentaje de denuncias falsas, la cifra es menor a 3%.

Si una denuncia en redes sociales es capaz de «joderle la vida» al acusado, créanme que los golpes, amenazas, violaciones y muertes también les joden la vida a las víctimas y sus familiares.

Sea como sea y bajo las circunstancias que ya todos conocemos, en los mejores de los casos serán la justicia y los expertos quienes decidan quién es culpable o no…ojalá eso ocurriera sin cobrar la vida de inocentes.

«Tengo el pene pequeño y quiero que sepas esto…”

Hola, mi nombre es Alejandro y tengo el pene pequeño.

Primero, debes saber que existen dos tipos de penes:

  1. De sangre: que erectos son capaces de triplicar su tamaño.
  2. De carne: que aumentan erectos un máximo de 50%.

¿Qué es un pene pequeño y un micropene?

Los micropenes, según los parámetros médicos, miden entre 2 a 3 cm en estado flácido y hasta 7 cm erectos.

Los penes pequeños, pues tienen mayor longitud, y cumplen con la función orgánica-fisiológica de la reproducción y micción con absoluta normalidad. Mi pene mide 13,5cm de longitud en erección y 4,5 cm flácido.

Mi condición consiste en pene pequeño por hipogonadismo temporal, es decir, mientras crecía se atrofió parcialmente la producción de testosterona y eso ocasionó que mis órganos reproductivos no se desarrollaran correctamente.

¿Cómo me ha afectado?

Durante mucho tiempo me sentí limitado o incapaz de dar placer, eso me hizo esconderme detrás de una fachada de humor. Además sentía que debía hacer feliz a la gente para dar placer, no sólo en lo sexual, sino en todos los canales, fraternales, familiares, culturales, etc.

También solía compararme. Hoy en día no me importa que me vea un compa al orinar y me he abierto a que me vean con mayor frecuencia. Entendí que al final siempre fue mi mente protegiéndose, porque en realidad a ningún compa le importa. Algunas veces sentí envidia y me reconfortaba saber que es probable que más de la mitad de los hombres que tienen un pene enorme no lo sepan utilizar. «Dios no le da cacho a burro», como dirían.

Creo que lo más difícil de esto, es sentirme limitado a tener encuentros casuales con mujeres. Lo típico de conocer a alguien en cualquier bar e ir a coger, he recibido rechazos y es algo en lo que todavía estoy trabajando.

¿Cómo vivo el sexo?

Normalmente mis encuentros sexuales incluyen penetración. Por ejemplo: en situaciones en las que doy placer en tiempos cortos o los llamados “rapiditos” uso la penetración en mayor proporción para la satisfacción mutua. Cuando hay más tiempo baja la proporción de la penetración ya que el juego previo me genera a veces más placer que el propio acto de penetrar.

Existen para mí tres tipos de orgasmos, que no pondero ni comparo entre sí:

  1. El orgasmo preeyaculatorio: la sensación de placer al contener la eyaculación justo en el borde del abismo. Este orgasmo tiene varios factores positivos; como mayor duración de la erección y el placer prostático, el control casi ilimitado de episodios de contención eyaculatoria y por supuesto evitar el cese de la erección.
  2. Orgasmo clásico eyaculatorio: el que logro mediante la penetración vaginal, anal, sexo oral, masturbación y es potenciado naturalmente por la estimulación anal.
  3. El orgasmo “mental”: lo obtengo mediante la abstracción mental. Es un estadio de conciencia inducido o trance que sólo logro comparar con la sensación de una muy buena noticia, un bochorno o cualquier experiencia que me haga liberar dopamina. Puede manifestarse desde simple piloerección hasta vértigos abdominales y lo provocan cosas como ver a mi pareja vibrar de placer, los fluidos del orgasmo femenino, auténticos gemidos, el hablar sucio, infligir y recibir dolor, percibir texturas o tactos intensos en mi cuerpo o en el de la mujer, olores singulares en el trance o interacción sexual…

¿Qué me ha ayudado?

La experiencia. Así como he sido rechazado o me he sentido frustrado en algunos momentos de la vida, también he tenido muy buenas experiencias que me han ayudado a conocerme y aprender de mí mismo.

(pausa para relato erótico 🔥)

Por ejemplo, hace años me fui de vacaciones con una novia nueva. Bastó con cerrar la puerta de la casa para que el ambiente se transformara en una cámara de placer. La leí perfectamente, conocí cada centímetro de su sexo y descubrí cosas de mí.

Fue la primera vez que me lamían el culo, que me metían un dedo, hicimos creampie salival, también por primera vez tuve varias eyaculaciones sin que terminara mi erección. Teníamos muchísima fluidez sexual, tanto, que me desbordé de candela infernal. Le encantaba el sexo anal, me pedía que la ahorcara, que le mordiera los dedos de los pies, que le diera golpes al oído…ahí despertó en mí el oscuro placer del sadomasoquismo pasivo y activo.

En fin, en tres días descubrí cosas que no sabía que me gustaban y además me fui con el sabor de boca agradable de que con mi pene pequeño, mis manos y mi boca pude hacer llegar al orgasmo más de 20 veces a una mujer. Desde ese momento huelo a las mujeres «locas satánicas» que les gusta lo malo y lo oscuramente divertido.

(fin del relato erótico 🔥)

Ilustración de @tsurufoto

¿Qué puedo recomendar?

La adaptación es clave en la naturaleza. Si eres hombre adolescente me gustaría decirte que no tienes nada malo. No te voy a decir que te aceptes, porque eso es un proceso, no pasa mágicamente. Experimenta, date el golpe, arriésgate porque si no experimentas puede ser mas complicado incorporarse a una vida sexual siendo ya viejo. Ve al médico a ver si tiene solución. 

Si ya eres adulto, existen muchas maneras de dar y recibir placer. Al final unos centímetros menos de pene no deberían representar años de tristeza y soledad. Aprende a percibir y estimular la mente antes que los órganos sexuales. Muéstrate. Eres hermoso. 

Ya en lo práctico, hay posiciones sexuales que favorecen a los penes pequeños, en donde la mujer adoptando tal o cual postura puede sentir más. La cadencia de penetración debe ser constante, rítmica y sostenida, pero no perpendicular. Todo está en internet. El juego previo es la llave de las puertas del placer. ¡Uno mismo se pone los límites! Y por último, ¡matemáticas viejo! Si las lesbianas llegan a orgasmos y experimentan sensaciones espectaculares, ¿cómo no lo vas a hacer tú que además tienes pene? Desarrolla el olfato, evita las mujeres prejuiciosas y disfruta de las «locas» que son lo máximo.